A menudo a la gente le da mucha vergüenza hablar de todo lo relacionado con el inodoro o wc. Lo más seguro es que sea porque piensan que es algo «sucio», ya que todo lo que se deposita en él es, en principio, un desecho… ¿quién sabe? Sin embargo, hay beneficios desconocidos en uno de esos «desechos»… es el caso de la orina.
Atención porque la orina, no solo no es tóxica, sino que además tiene ciertos usos que pueden ser muy beneficiosos para la salud. La orina se compone sobre todo de glucosa, aminoácidos y electrolitos… Ninguno de estos componentes son peligrosos.
Cuando alguien entre un grupo de amigos admite que hace pis en la ducha, la expresión más común del resto de la gente suele ser de asco. Además de comenzar a lanzar miradas extrañas, la gente ve inaceptable una costumbre de ese tipo, en primer lugar, por tema de higiene.
Pero, en realidad, orinar en la ducha no sólo es completamente inofensivo, sino que además se ahorra una tonelada de agua.
Los defensores de esta medida práctica para ahorrar agua, aseguran que cada individuo suele usar hasta 15 litros de agua cada día sólo para tirar de la cadena. Si multiplicamos eso por nuestra población y los días del año, el resultado es que se desperdician toneladas de agua cada año.
Entre las consecuencias de esto, tanta agua desperdiciada no solo supone un gasto innecesario de dinero a largo plazo, ¡también hay un coste para el medio ambiente!
Por supuesto hay algunos inodoros ecológicos que tienen un sistema de bajo flujo, pero no son suficientes para reducir de forma eficiente el consumo de agua. Dado que la mayoría de la gente se ducha casi todos los días, tiene sentido aprovechar ese momento para orinar y lavar de forma simultánea. De este modo, hay una bonificación doble para el medio ambiente: ¡vamos a usar menos papel higiénico y a salvar a los árboles!
