Flores de Bach

Las flores de Bach, conocidas y utilizadas prácticamente en todo el mundo como curas viables e inocuas, son un marco de tratamiento característico natural, en vista al elixir de las flores, utilizadas para los desequilibrios de caracteres físicos, profundos, mentales y, incluso, espirituales.


La utilización de las flores con el objetivo final de curar se menciona a partir de ahora en obras antiguas de China, filósofos occidentales como Sócrates o Platón, el médico suizo del siglo XV Paracelso o en la práctica de los nativos australianos. En cualquier caso, la revelación de los elixires y su actividad reparadora en lo que a nosotros se refiere hoy en día, se atribuye al médico inglés Edward Bach, que en los años 30 del siglo anterior creó y difundió este marco reparador y llegó a ser conocido como el padre del tratamiento con flores.
La actividad de las flores de Bach no dependía de la pauta fitoterapéutica activa de la flor o planta, sino de los datos vibracionales y energéticos. La curiosidad de la estrategia de Bach era que en lugar de tomar concentrados de flores para hacer diluciones como en la homeopatía, Bach se concentraba en cómo la luz del día de la mañana pasaba por las gotas de rocío que se quedaban en las flores, y se trasladaba a estas gotas de agua, el límite recuperador de estas plantas. Puso las flores en un recipiente de cristal cargado con agua mineral de manantial y las dejó al sol durante un par de horas, para que los rayos del sol enviaran la energía de las rosas al agua.

Al igual que otros tratamientos habituales, en la actualidad no se percibe ni se controla en España, pero se coordina en los marcos de bienestar de diferentes naciones de Europa y del resto del mundo. En España, las flores de Bach se pueden comprar fácilmente, en botánicos y farmacias. Entre las naciones con mayor avance en la utilización del tratamiento con flores desde hace tiempo se encuentran, entre otras, Alemania, Gran Bretaña, Australia, España, Estados Unidos, Francia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Suiza ….


A partir de 1999, Cuba ha incorporado el tratamiento con flores para los centros de medicación normal de las administraciones de bienestar general. Allí es utilizado por médicos, clínicos, psicólogos, estomatólogos y cuidadores médicos en la terapia de la hipertensión arterial, enuresis en jóvenes (orina nocturna obligatoria), asma bronquial, depresiones, adicciones, agonía reumática y articular, entre otras.

A pesar de que es un reto comprender cómo funcionan, la aclaración lógica de su funcionamiento empieza a ser apoyada por investigaciones, por ejemplo, la del Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier, que dice: «Yo, aunque numerosos especialistas diferentes, he demostrado que el agua fluida tiene estructuras que pueden contener y almacenar moléculas biológicas». Además, no hay que olvidar que el artífice de las 38 curas de flores que componen el cuadro de flores de bach era un hombre de ciencia: el médico Edward Bach (1886-1936), jefe especialista en traumatología y más tarde muy versado en bacteriología e inmunología. Trabajó durante bastante tiempo en la College School Clinic de Londres, donde explorando sobre los microorganismos digestivos y las enfermedades persistentes, llegó a planificar 7 cepas bacterianas como inmunizaciones.

Sin embargo, siguió investigando ya que su pensamiento era que el método para tratar a los pacientes no debía ser contundente, ni contener efectos secundarios y, sobre todo, debía manejar al paciente y no a la patología. Es más, detrás del marco de las Flores de Bach, hay toda una concepción del mundo, de la persona y de la enfermedad, que Bach recuerda para sus obras y que es crucial leer para comprender más fácilmente cómo fomentó este método. Su objetivo era la búsqueda de «una cura razonable, de naturaleza directa y no enfermiza, para contrarrestar y arreglar las enfermedades persistentes». Bach necesitaba crear un marco sencillo y generalizado que pudiera ser utilizado por todo el mundo. En su texto «Mend Thyself», esto es lo que dice bach «la justificación fundamental de la decepción de la ciencia clínica actual radica en que trata los efectos secundarios y no las causas». Para él «la enfermedad no es material en su punto de partida» «es, generalmente, una contención entre el alma y la personalidad».

Detrás del marco de las Flores de Bach, hay todo un origen del mundo, del individuo y de la enfermedad.

A pesar de los problemas, por ejemplo, la tristeza, el estrés, la tensión, los problemas de concentración…. Las Flores de Bach ayudan a tratar ejemplos mentales y cercanos como la culpabilidad, la indignación, la envidia, la ansiedad, diversos tipos de miedos, la ausencia de seguridad en uno mismo, el cinismo, la inflexibilidad mental, intolerancias…..

Lo verdaderamente curativo de este sistema creado por el Dr. Bach, es la posibilidad de adquirir una mayor conciencia y comprensión del origen del problema, para poder cambiar los patrones emocionales, mentales o de comportamiento que nos han llevado a ese estado negativo. De ahí que la terapia floral de Bach, dentro de su sencillez e inocuidad, sea ante todo una gran vía de autoconocimiento.